Se trata de un ataúd con forma de tornillo gigante (?) que pretende de que el muerto sea enroscado al suelo.
Es curioso pero totalmente inútil, todavía no existe razón alguna para hacer una cosa así. Lugar sobra y es más barato armar una ataúd de madera que un tornillo gigante (por otra parte se me ocurre cualquier cantidad de situaciones tragicómicas donde, por ejemplo, el tornillo se traba y no baja más…).
Vía boing boing.
Tags: ataud, boludeces, muerto, Tecnología